12 de agosto de 2014

Rentabilidad Electoral


Incuestionablemente que, entre los que se mencionan como aspirantes a la alcaldía de Acapulco, Zeferino Torreblanca Galindo es el que tiene mayor rentabilidad electoral. Las razones son públicas. Fue el candidato que, sin ser militante de partido político alguno, rompió la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional en Acapulco y terminó la continuidad priista en el gobierno de Guerrero, marcando el inicio de la alternancia política.

Los resultados positivos de su administración en el periodo (1999-2002) fueron de tal impacto que le permitió, tiempo después (2005), ser gobernador del Estado. Percepción, transparencia en el ejercicio del gasto y obra pública fue la fórmula para alcanzar la simpatía general.

El coraje, determinación y compromiso de todos los guerrerenses en estos acontecimientos políticos, hicieron posible estos triunfos colectivos.

Modernizó la envejecida administración municipal, restableció los derechos de los trabajadores e hizo de la infraestructura de Acapulco ejemplo de modernidad y del uso eficiente de los recursos públicos. No es casual que por ello le recuerden.

El ex representante de México ante la ONU, el extinto Adolfo Aguilar Zinser, en su momento destacó: “Es de reconocer la decisión de los guerrerenses al elegir a Zeferino Torreblanca, porque se abre una oportunidad muy grande para Guerrero después de un largo periodo de gobierno de un solo partido, y las expectativas están puestas, no en las promesas que no se pueden cumplir sino en hechos muy concretos”.

Gobernar el municipio más importante, económica y demográficamente del Estado, coloca a su presidente en un aspirante potencial a la gubernatura, pero no es suficiente para lograr el objetivo. Prueba de ello es que, salvo Israel Nogueda Otero (que solicitó licencia para asumir la gubernatura el 18

de abril de 1971, debido a la muerte trágica de Caritino Maldonado Pérez, nacido en Tlalixtaquilla, Gro.), ningún otro alcalde ha sido gobernador.

Rene Juárez Cisneros fue presidente municipal (1989-1993), también de Acapulco, pero la gubernatura la obtiene no por sus calificaciones como alcalde, sino por su tozudez, militancia, disciplina y perseverancia partidaria. Que no es poco mérito. Sin concluir el periodo para el cual fue electo, en abril de 1993, le releva el Síndico Antonio Piza Soberanis. Juárez Cisneros acepta asumir la Secretaría de Planeación y Presupuesto invitado por Rubén Figueroa Alcocer, recién electo gobernador y, por decirlo de alguna manera, en un gesto disciplinario. A la usanza priista, esperó mejores tiempos.

Figueroa, Aguirre y Juárez Cisneros (en ese orden), fueron dirigentes de su partido, previo a alcanzar la gubernatura del Estado.

Al capitán Piza Soberanis le releva Rogelio de la O Almazán para el periodo 1993-1996 y, después de éste, Juan Salgado Tenorio, entrañable amigo de Aguirre.

El doctor Manuel Añorve Baños fue designado presidente municipal interino (al ser removido Salgado Tenorio como alcalde el 11 de enero de 1998, después de la tragedia causada por el huracán Pauline). Impulsado por Ángel Aguirre Rivero, gobernador interino, intenta alcanzar la gubernatura del Estado, sin conseguirlo, contendiendo contra Rene Juárez Cisneros, en un proceso interno que provocó rupturas al interior del PRI.

En este contexto, Zeferino Torreblanca Galindo obtiene el triunfo en Acapulco, impulsado por una alianza de fuerzas democráticas, entre las que destaca el Partido de la Revolución Democrática. Al concluir, fue diputado federal.

Por el bono político de su administración, le relevará Alberto López Rosas, en un proceso electoral sin sobresaltos, que se recuerda más por la expresión del entonces Secretario de Organización del Comité Nacional del PRD y actual jefe de la oficina de la Secretaría de Desarrollo Social federal, Ramón Sosamontes: “En esta circunstancia, hasta una vaca ganaría”.

Después vino Félix Salgado Macedonio, el último mohicano perredista (M-27) que ocupó la presidencia municipal de Acapulco.

Para el siguiente período 2009-2012, triunfa Manuel Añorve Baños, regresando a la alcaldía por la vía electoral e intenta, de nueva cuenta, alcanzar la gubernatura y es derrotado, ahora por su primo y ex aliado Ángel Aguirre Rivero, converso a la ideología perredista.

En el proceso electoral del 2012, en Acapulco, triunfa Luis Walton Aburto, al frente de una alianza encabezada por su Partido Convergencia Democrática, hoy Movimiento Ciudadano. Sin aduanas políticas se le menciona para ser candidato a gobernador del Estado.

Acapulco, la joya de la corona, en la eterna disputa.


De convocársele, ¿regresará a la política?, se le preguntó a Zeferino, al concluir su gestión como gobernador del Estado “Mi asistencia, dependerá de las circunstancias”, fue la respuesta.

aresza2@hotmail.com

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