23 de julio de 2013
Una democracia de carne y hueso
Así tituló el escritor, diplomático, ideólogo, político e intelectual, Enrique González Pedrero a sus apuntes que narran sus vivencias como gobernador del Estado de Tabasco (1983-1987).
El ex director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, escribe: "La democracia puede y debe discutirse en todas partes y a todas horas. Pero más importante que discutirla es hacerla". Bajo esta premisa, González Pedrero relata la práctica política cotidiana de su gobierno". México es muchos Méxicos -apuntaba hace décadas en la trama empezada en Riqueza de la Pobreza; y cada uno de esos Méxicos (cada región) está hecho a su vez de una dispersión de pequeños núcleos con
características propias".
En este libro comprueba un hecho contundente: la democracia mexicana solo es posible desde la célula básica del sistema federal, el municipio, pasando por las delegaciones, las juntas comunitarias y comisarías que configuran su organización territorial. Esta fórmula es viable, pero para ello solo hacen falta dos requisitos: voluntad política y no tenerle miedo al pueblo.
"Con la democracia entran en juego, la descentralización que es escuela de libertad, la planeación democrática, que toma en cuenta la voluntad popular, y la política de fortalecimiento municipal, para hacer del municipio y de las pequeñas comunidades que lo integran, no solo un prestador de servicios, sino un promotor del desarrollo: de su desarrollo. Esto devuelve la confianza al pueblo, en tanto le devuelve el control que puede ejercer a través de la división de poderes prevista en la teoría constitucional".
La cosa no tiene ciencia, verdad?, me comentó alguna vez el maestro en la ENEP-Acatlán.
aresza2@hotmail.com
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