El Movimiento de Regeneración Nacional ya tiene propuesta de candidato a la gubernatura, se llama Lázaro Mazón Alonso, actual secretario de Salud del estado de Guerrero, quien en últimas fechas ha sido el destinatario de una de las mayores embestidas de compañeros de gabinete, de partido y de grupos de la sociedad civil que apoyan la iniciativa para la interrupción voluntaria del embarazo, enviada al Poder Legislativo por el gobernador Ángel Aguirre Rivero. Reclaman su renuncia por ser parte de una administración que promueve la iniciativa y de un Estado laico, pero es precisamente este Estado (laico) quien garantiza la inexistencia de una religión de Estado. Lázaro se mantiene en su convicción religiosa y en la posición administrativa que el gobernador le confirió, que no son contradictorios. Preocupa que académicos “de izquierda”, se sumen al reclamo de la renuncia del secretario de Salud, porque estaríamos abriendo la puerta a regímenes no solo unipersonales, sino dogmáticos, tan peligrosos como los confesionales. La libertad de credo es uno de los mayores logros de la generación más lúcida de México. Como hombre de fe, Lázaro tiene todo el derecho, en la privacidad, de preservar sus creencias y el Estado de proteger ese derecho, pero como responsable de la política de salud, de ser aprobada por el Congreso la iniciativa de referencia, acatar y hacer cumplir la resolución.
La interrupción voluntaria del embarazo, no es un tema menor para los guerrerenses, donde la práctica del aborto es de conocimiento público, como diría Alfonso Reyes: “Todos lo sabemos entre todos”. Decenas de hombres y mujeres que hacen política, por omisión o acción, tienen más de una experiencia. Es la doble moral, una defenestrada en público y la otra consentida en privado.
No requerimos interminables pesquisas para corroborarlo.
En la feria de simulación y del doble discurso, Lázaro escapa a esa clasificación. Tiene un mérito hasta hora, a diferencia de legisladores que reciben la eucaristía en público, Lázaro ha sido discreto en su fe y no ha hecho del tema, agenda de campaña.
En las condiciones de Guerrero debemos insistir en campañas de candidatos que presenten propuestas, definiciones programáticas y compromisos con aquellos temas centrales de la vida local y de sociedades modernas: El aborto, el matrimonio de personas del mismo sexo, la obra pública prioritaria, los programas sociales, agrícolas y educativos, que la hacienda pública sea manejada con transparencia y probidad, sin faltar el respeto a la autonomía a los poderes Legislativo y Judicial.
Que el incumplimiento del orden constitucional sea el origen para la revocación del mandato que el pueblo le otorgó. Sólo así podemos aspirar a una comunidad moderna.
Lastiman al sentido común campañas demagógicas, de cambio de camiseta de última hora y sobre todo, que ofendan al sentido común. Sólo la mediocridad explica que tantos se cuelguen en tan poco. Que no se repitan ocurrencias como La Cumplidora que abusan de la buena fe y de las necesidades de la gente, estrategia que debe ser sancionada no sólo en los medios, sino en los tribunales judiciales.
Los gobernantes no pueden transgredir la ley sin la sanción correspondiente, ni deben estar exentos de la evaluación de sus gobernados, ni alterar las formas de gobierno constitucional y republicanas, para constituir monarquías aldeanas simuladas, donde la familia intervenga y resuelva en asuntos públicos. Entiendo del amor a los hijos y a la familia en su conjunto, en esos valores fui educado, pero este sentimiento no puede estar por encima del orden constitucional.
El gobernante, decía Juárez, es el más obligado a dar ejemplo de respeto a la ley, y el más severamente castigado por el desacato a esa misma ley.
Cada elección es una oportunidad para votar por el mejor programa, discutido públicamente en el periodo de campaña, para que la sociedad pueda aprobar o reprobar en su caso, al emitir su voto, las acciones que habrá de realizar el futuro gobernador. El debate abierto, civilizado y de altura, debe ser estación obligada en las campañas.
En estos y otros temas habrá que exigirles definiciones públicas a los que aspiren a representar a los guerrerenses en los diversos cargos. La democracia debe dejar de ser pan y circo;; el tema del desarrollo debe abordarse con seriedad.
En un tema que sólo corresponde a la mujer decidir, no comparto la posición de Lázaro Mazón, pero la respeto.
No en las formas democráticas de partidos modernos, pero Morena ya tiene candidato.
En medio del debate del derecho de la mujer a la interrupción voluntaria del embarazo, Andrés Manuel decidió, Lázaro se levantó... y andó...
aresza2@hotmail.com
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