11 de septiembre de 2014
De políticos y medios de comunicación
"Los medios son escenarios de conflicto y tensión que afectan la calidad de la democracia, por que habitamos una democracia mediatíca, una política del espectáculo y una
gobernabilidad que se juega en ENCUESTAS  ".
Nunca la comunicación fue tan importante, ni fue noticia de primera plana. Y es que asistimos a gobiernos fascinados por la lógica de los medios y a unos medios de comunicación que no quieren perder sus privilegios y dominio sobre “su” sector de la opinión pública. Estamos asistiendo a una batalla por el relato de nuestra historia. Con viejos y nuevos actores, pero con el mismo objetivo: Incidir en las decisiones y en los modos de la política.
Los medios son escenarios de conflicto y tensión que afectan la calidad de la democracia, porque habitamos una democracia mediática, una política del espectáculo y una gobernabilidad que se juega en ENCUESTAS. Comunicación y política son juegos de afectos y celebraciones del ego, en donde los ciudadanos se están divorciando de los medios de comunicación y de la política.
La historia de las relaciones del poder y la prensa, el modelo perfecto y profundo, rebasó los límites de la distancia que la naturaleza misma de la prensa impone.
En otros momentos de la historia de México, no les importaba (poder y prensa) que quedaran o no huellas de sus encuentros y desencuentros, porque en cierto modo compartían destinos semejantes, o al menos así lo consideraban. En su agenda no estaba el que algún día se QUEBRARA tal poder político, lo que aseguraba una larga vida al vínculo. Entre los escenarios del futuro no cabía la posibilidad de la derrota. Iban juntos hacia un futuro y sin fisuras. La idea de lo eterno los unía, los convertía en aliados naturales.
Así los medios de comunicación dejaron de servir a los intereses del lector (la necesidad de una información objetiva), para atender los intereses superiores del gobierno.
¿Qué nivel de objetividad y pluralismo real podía existir bajo esta maraña de intereses?
A los hombres del poder y del gobierno no les gusta la crítica y mucho menos que los periodistas investiguen el origen de sus fortunas, las razones de sus decisiones de gobierno y, cuando esto sucede, sus respuestas son violentas, amenazantes, censoras, intimidatorias.
Bajo la lógica de que el poder reside en quienes informan, los políticos invierten cada vez más en los medios de comunicación, como sucede ahora en Guerrero. Estar/tener y gobernar con los medios es hacer política. Se adquieren medios propios para ganar la batalla.
Aunque no es ilegal el hecho que los políticos se conviertan en empresarios de los medios de comunicación, sí genera dudas la imparcialidad que puedan demostrar éstos en sus opiniones o en su línea editorial;; pero más duda genera el origen de los recursos que hacen posible la adquisición de esos medios, por cierto de poco alcance y precaria credibilidad.
Si bien es lamentable el rol que asumieran como artillería en el campo de la información;; más lamentable son aquellos medios que se consideran infalibles en sus juicios, que carecen de una verdadera cultura autocrítica para reconocer sus propios errores y abusos. Ambas son muestras claras del quehacer periodístico;; una atendiendo intereses de dogma y otra de particulares;; ambas afectan el ejercicio profesional, la ética y, sobre todo, la responsabilidad social que tiene el periodismo, la única razón de ser para este viejo oficio.
La intrusión de políticos y la prensa militante, convierten a la información en espectáculo de manipulación desmedidos, en promoción de informaciones banales, irresponsable y de escándalo, mientras que los graves problemas sociales (pobreza, salud, educación, vivienda, indigenismo) se olvidan en la agenda mediática.
Empezando por su fuero interno, los medios de Ads by macshop comunicación deben practicar un periodismo cívico, que promueva el pluralismo y el debate público, dejar de ser plataforma partidaria o instancia suprema de juicio inquisitorial.
Es indispensable devolver al oficio sus originales funciones al servicio de las mejores causas de la sociedad, del país, del mundo en que vivimos. Siguiendo el modelo de Jano, sin quitar la mirada hacia el futuro, tenemos que revisar nuestro pasado, dejar el oficio en manos de los verdaderos periodistas.
Escribió García Márquez: “Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso, podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia....”
Hoy hay condiciones para hacer un periodismo mejor, más comprometido con la gente;; para verlo más como un servicio que como un poder, de eso no cabe duda.
aresza2@hotmail.com
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