25 de diciembre de 2014

El régimen no goza de cabal salud


“Lo que quieren es el puro voto, nada más.
Yo como ahorita digo: Yo el voto no lo doy a
ninguno, porque todo el gobierno es el
mismo, corrupto”


Los trágicos acontecimientos de Iguala han develado con toda su crudeza la crisis en que se encuentra el régimen de partidos. La impunidad y complicidad de muchos actores han sido puestas al descubierto. No sólo es el PRD el que está siendo cuestionado por impulsar la candidatura de un alcalde presuntamente vinculado a la delincuencia organizada, es algo más.


Vivimos momentos de alta complejidad. La magnitud de nuestro incierto orden político nos permite pensar que estamos ante la mayor encrucijada posrevolucionaria. Lorenzo Córdova Vianello, recordó que “desde 1917 ninguna jornada electoral ha sido suspendida en el país, por lo que se debe tener una gran capacidad para diversificar estrategias, así como diálogo y convocatoria con múltiples actores”.

El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, reconoció que nunca “había sido tan consistente o tan presente el planteamiento de que no se realicen elecciones en alguna parte del país, y creo que en este sentido es importantísimo con mucha seriedad reflexionar lo que este planteamiento supone”.

El régimen no goza de cabal salud.

A la exigencia de resultados en la desaparición de los estudiantes por fuerzas de seguridad se une la condición de no celebrar elecciones hasta en tanto no sea precedida de resultados basados en la verdad y la justicia. No considero que la no celebración de elecciones en Guerrero nos conduzca al abismo, al contrario, es la oportunidad para depurar nuestras formas de hacer política, ya que hasta ahora, el proceso electoral es el escaparate en el que se escenifica la farsa democrática de la partidocracia que controla este país. De ahí que el movimiento magisterial-estudiantil puso el dedo en los pulmones que oxigenan la sangre del sistema político mexicano: Las elecciones.

No ha sido la alternancia política la respuesta a las necesidades básicas de la gente: Seguridad, empleo y justicia, de ahí que la calidad de nuestra democracia esté en cuestionamiento.

“Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cascara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento” nos dijo alguien que conocía de esto: Nelson Mandela.

En su repudio a las urnas hasta tener resultados confiables, los padres de los normalistas le dan una oportunidad a este régimen.

“Resuélveme esto, si encuentras a mis hijos, no tenemos inconveniente en que celebren elecciones”. Esta generosidad no ha sido comprendida. La ineficacia y sordera del gobierno es manifiesta; ante la indignación general, insisten en la “bondad” de la elección para superar la fragmentación social en que nos encontramos hundidos.

Esta es la trampa de la élite política y en la que la sociedad ha caído por muchos años. La democracia electoral sólo reproduce la dominación y la pobreza por una cleptocracia “legitimada” por el voto.

La viabilidad de la democracia y el Estado de derecho los cancelaron las dirigencias de los partidos políticos y las mismas autoridades constitucionalmente electas y no los que hoy nos convocan a reflexionar al respecto.

Votar en estas condiciones es tanto como avalar el reciclaje de los que en la actualidad gobiernan, responsables de la crisis que vivimos.

“He dicho y mostrado que, en las condiciones de pudrimiento de las estructuras del Estado, los partidos no harán más que reproducirlas y que, por lo tanto, es necesario refundar a la nación”, afirma Javier Sicilia.

La pedagogía del oprimido en Guerrero es un ¡ya basta! Los elementos que están aportando los nuevos movimientos sociales, estudiantiles, eclesiásticos y magisteriales pueden conducirnos a un mundo donde quepan muchos otros. Que el camino que debemos de seguir es largo, es cierto. Hagámoslo con imaginación, no con consignas, para empezar a devolvernos la democracia y los vínculos de solidaridad que la crisis y la corrupción del Estado, aliada con el crimen organizado, nos han arrebatado.

Esto requiere el esfuerzo de muchos actores, como bien señala Córdova. Por ello alienta el gesto de la Iglesia Católica, sin precedentes en la historia de los movimientos sociales en Guerrero. El representante del Vaticano en México, el nuncio apostólico Christophe Pierre, al oficial una misa en la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, declaró: “Hemos compartido su dolor, pero también, como lo han visto a través de esta convivencia, de esta celebración eucarística en ocasión de la celebración de la Navidad, para dar más esperanza a estas personas. El papa Francisco está enterado de todo lo que está pasando”. Expresó su alegría de estar en Ayotzinapa “para compartir su dolor y alentar en nuestros corazones una gran esperanza. Ustedes no están solos, el Papa está con ustedes también”.

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