8 de enero de 2015

Cuba-EU, los tiempos por venir



Lo que debería ser tema central en una sociedad dependiente de la actividad turística, parece desapercibido en la agenda guerrerense. Entre desencuentros y la hamaca transcurre el tiempo. Ni el alacrán preocupa. Con el restablecimiento de las relaciones Cuba-Estados Unidos se inicia un reacomodo en la oferta turística regional. Eso no tiene remedio. Empieza un nuevo tiempo mexicano, eso tampoco parece tener remedio.

¿Qué harán los responsables de la actividad turística en nuestro país y, de manera particular en Guerrero, para administrar (no quiero escribir enfrentar) la competencia que representará Cuba en el mercado turístico internacional, sobre todo para satisfacer la atractiva demanda norteamericana?


Ante la magnitud del reto, se necesitan respuestas prontas e inmediatas, con políticas novedosas para salir de nuestra modorra en esta materia.

Cuba alcanzó en diciembre pasado la meta de tres millones de turistas extranjeros, que representa el 5.3% de crecimiento en relación al año anterior, pese a las limitaciones del bloqueo de Estados Unidos, que prohibía a sus ciudadanos visitar la isla. Canadá, es el mayor emisor de visitantes a Cuba, seguido de Reino Unido, Alemania, Francia, Argentina, Italia, México, España y Venezuela, según datos oficiales.

De cara al 2015, tras el anuncio del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se espera que el sector del turismo se beneficie de manera importante. El turismo internacional es la segunda fuente de ingresos en Cuba y la visita de 2.8 millones de turistas en 2013 le reportó unos mil 804 millones de dólares.

La “reconciliación” cubana-norteamericana, luego del conflicto diplomático que enfrentaron ambas naciones por 54 años, perjudicará a México en el terreno turístico y económico, ya que muchos de los estadounidenses que escogían vacacionar en destinos turísticos mexicanos (Cancún o la Rivera Maya, poco menos a Acapulco o Zihuatanejo), ahora lo harán en la isla y los empresarios extranjeros buscarán inversiones atractivas en la isla, advierten académicos de la UNAM.

La nueva relación abre para la economía cubana un horizonte de probabilidades, con un impacto inmediato. “Hay estudios que señalan que el número de turistas que entran en Cuba se duplicará cuando empiecen a llegar los estadounidenses”, señaló a la agencia EFE el economista Omar Everleny del Centro de Estudios de la Economía Cubana.

Sea cual sea el pronóstico, la capacidad hotelera de Cuba, con unas 60 mil habitaciones, se pueden ver desbordadas cuando Estados Unidos levante la restricción a sus ciudadanos de viajar a la isla, que de manera inmediata beneficiará al incipiente sector de los alojamientos turísticos gestionados por particulares.

Más de 7 mil 200 habitaciones componen ya la oferta del turismo privado en la isla, como el caso de “Casa Vitrales”, un pequeño y acogedor hotel en La Habana Vieja, surgido como otros muchos al calor de las reformas económicas del presidente Raúl Castro.

Ante lo que algunos auguran como una “avalancha de turistas” estadounidenses en un futuro no muy lejano, las empresas extranjeras también miran con deseo de oportunidades de negocio en el sector, que ya cuenta con una importante participación de inversionistas extranjeros mediante 26 empresas mixtas que operan 15 hoteles.

Entre esas empresas extranjeras, las españolas tienen una posición de liderazgo desde hace años en el turismo cubano, según recordó el presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba, Xulio Fontecha.

Para este empresario, el turismo será “el primer sector que se beneficie de este nuevo escenario y que indirectamente repercutirá en todos los demás sectores”.

El plan de reformas económicas emprendido en la isla para “actualizar” su socialismo contempla al turismo como un sector estratégico, lo que ha llevado a Cuba a potenciar el desarrollo de inversiones con la construcción de nuevas infraestructuras hoteleras en diversospuntos de la isla que sumarán 10 mil nueva habitaciones a su capacidad actual.

La isla también apuesta por diversificar su oferta con el impulso de turismo de circuitos culturales, de naturaleza, de marinas, cruceros y desarrollos inmobiliarios asociados al golf.

El progresivo paso de luz roja o amarilla a verde para los visitantes norteamericanos conjugará un paquete de factores que van de la curiosidad por viajar a la isla que fue gobernada por Fidel Castro desde 1959 y observar el resultado de más de 56 años de revolución comunista, hasta el disfrute de las bellezas naturales de la mayor de las Antillas, sin la inseguridad por la violencia y la criminalidad
que golpea a otras plazas turísticas.

Distanciada por la Guerra Fría y por 90 millas al sur de Florida, Cuba había quedado por más de medio siglo cada vez más lejos de Estados Unidos: Las distancias, fruto del esfuerzo común, parecen acortarse.


aresza2@hotmail.com

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